Si necesitas conocer todos los tipos de cierre mecánico que existen y sus características, estás en el sitio correcto.
En esta entrada de blog te vamos a explicar cada uno de los tipos de cierres mecánicos de Lidering para que te sea más sencillo escoger el que mejor se adapte a tu aplicación.
¡Empezamos con este recorrido express por cada uno de los diferentes cierres mecánicos!
¿Cómo se agrupan los cierres mecánicos?
En Lidering agrupamos los cierres mecánicos en cuatro grandes grupos según del tipo que sean; cierres multi-muelle, cierres de ballesta, cierres de muelle axial y cierres de fuelle. A continuación te vamos a hablar de cada uno de ellos y de sus diferencias y características.
Cierre mecánico multi-muelle
Estos cierres destacan por tener distintos muelles en el interior que facilitan que la fuerza se reparta de una manera muy homogénea entre todas las caras.
La parte rotante tiene una junta tórica que sella con el eje. Que dicho eje esté en mal estado puede poner en riesgo todo el sistema de sellado. La parte rotante de este cierre consta de tornillos que la mantienen comprimida. Estos tornillos también se encargan de transmitir la rotación del eje a la parte rotante y permiten al cierre trabajar independientemente del sentido de giro.
Una característica importante de los cierres multi-muelle es que, gracias a sus múltiples muelles se comportan bien con ejes de gran tamaño ya que reparten mejor la fuerza sobre toda la superficie de contacto.
Cierre mecánico de muelle de ballesta
En este caso, pasa lo mismo que con los cierre multi-muelle, la parte rotante tiene una junta tórica en su interior para sellar con el eje. Además, cuentan también con tornillos de fijación al eje, por lo que vuelve a tratarse de un cierre mecánico independiente al sentido de giro.
Gracias a sus características, el cierre mecánico de muelle de ballesta se comporta bien con fluidos ligeramente sucios. Por esto, es común verlos utilizados en aplicaciones que trabajan con aguas residuales o en sistemas que juegan con fluidos densos.
Este tipo de cierre mecánico suele requerir de poco espacio pero no se recomienda para diámetros de eje grandes; esto se debe a que la fuerza no se reparte de forma tan homogénea sobre la superficie de contacto.
Cierre mecánico de muelle cónico
Los cierres mecánicos de muelle cónico se caracterizan principalmente por su forma de transmisión de la rotación del eje a la parte rotante, esta se consigue mediante el muelle cónico.
Gracias a su diseño, el muelle se aprieta contra el eje debido al giro. Este sistema es sencillo y efectivo siempre y cuando el eje gire en el sentido correcto para el cual se diseñó el muelle cónico, de lo contrario, el efecto será el inverso; el muelle tenderá a desarrollarse resultado en una fuga e incluso causando daños en los componentes del cierre y del sistema donde esté montado.
Los cierres mecánicos de muelle cónico suelen ser sencillos y económicos para ser utilizados en aplicaciones sin requisitos especiales.
Cierre mecánico de fuelle
Existen tres tipos de cierres mecánicos de fuelle en función del material de este componente: goma, metal y PTFE.
Cierre mecánicos de fuelle de goma
En los cierres mecánicos de fuelle de goma, esta parte es la encargada de llevar a cabo el sellado con el eje. A diferencia del resto de cierres mecánicos, los de fuelle de goma toleran pequeñas imperfecciones y daños en el eje, ya que la estanqueidad se realiza en toda la superficie de contacto entre el fuelle y el eje y no en un punto como en el caso de utilizar una junta tórica para este fin.
Se trata de un tipo de cierre mecánico independiente del sentido de giro del eje puesto que es el fuelle de goma el elemento encargado de ello.
No obstante, el fuelle no es capaz de mantener el cierre apretado a su cota de montaje, para ello, requiere de otro elemento como puede ser un anillo prisionero, un escalón en el eje o, con mayor frecuencia; el propio rodete de la bomba.
Igual que los cierres mecánicos de muelle cónico, suelen ser sencillos y económicos.
Cierre mecánico de fuelle metálico
Se trata de los cierres con mayores prestaciones y destinados a las aplicaciones más exigentes.
El fuelle metálico es el elemento que aporta la fuerza entre caras de roce. El mismo consta de varias láminas soldadas mediante un procedimiento especial.
Se trata de un diseño capaz de trabajar sin bloquearse con fluidos viscosos, a altas temperaturas, medios químicamente agresivos, aplicaciones criogénicas, etc.
Son cierres equilibrados, es decir, que pueden trabajar bajo presiones elevadas y soportan vibraciones y fluctuaciones de presión.
Cierre mecánico de fuelle de PTFE
Por último, pero no menos importante, encontramos los cierres mecánicos de fuelle de teflón o PTFE.
El fuelle de se encarga de realizar el sellado con el eje pero para ello requiere de un elemento para mantenerlo presionado contra el mismo, se trata de una abrazadera de acero. Esta característica hace que el sentido de giro no sea un problema.
Al no disponer de ningún elemento metálico en contacto con el medio es un modelo perfecto para aplicaciones químicas agresivas manteniendo el montaje externo.
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